La poesía de la productividad
Parecería un imposible relacionar poesía con productividad…
Podría considerarse una fantasía mezclar el ritmo y enlace de las ideas sobre la vida, pensadas en estrofas, con la relación entre la cantidad de productos obtenidos y los recursos utilizados para producirlos.
Tal vez el dramaturgo y poeta noruego Henrik Ibsen fue uno de los pioneros en establecer esa relación entre ambas dimensiones cuando dijo: “Grande o pequeño, todo hombre es poeta si sabe ver el ideal, más allá de sus actos…”
Ver el ideal es ser capaz de visualizar lo que podríamos lograr para que sea más motivadora esa idea, para poder definir mejor el propósito de lo que hacemos o queremos hacer. Simboliza la modelación del escenario posible y el resultado concreto en nuestro pensamiento. Expresa la posibilidad de compartir e inspirar a otros para que nos acompañen a vencer esa utopía aparente.
Ver más allá de nuestros actos cotidianos, es dejar atrás la actitud de postergar las cosas para otro momento. Significa definir claramente lo esencial de un problema o un reto, y proyectar todas nuestras energías en la acción de lograr nuevas metas con beneficios para todos.
Saber ver el ideal, más allá de nuestros actos, es entonces la quimera que proporcionará sentido en nuestro desempeño. Por tanto, si vamos a soñar, ¡hagámoslo a lo grande! Veamos grandes ideas y grandes resultados en cada proyecto que abordemos, en cada tarea que contribuya a lograr el resultado deseado.
Esa es “la poesía de la productividad”, la que se escribe cada día con la aspiración de conquistar un sueño… y lograrlo.